"La quinta disciplina", antídoto para que la empresa no sea víctima de su gestión.

 

Peter Senge sintetiza las pautas de comportamiento de los equipos corporativos.

 

La quinta disciplina llega a España. Esta obra de Peter Senge, calificada como clave para el management por Edward Deming -padre de la calidad total- desarrolla la teoría de las organizaciones inteligentes, abiertas al aprendizaje. Las leyes Senge son el mejor antídoto frente a los sistemas inmanejables, carentes de una política corporativa.

 

Edward Deming confesó tras el lanzamiento de este libro -hace poco más de un año- que había aprendido mucho de él. El próximo mes de abril estará en las librerías la primera edición en castellano.

 

El profesor del Massachusetts Institute of Technology (MIT) expone en La quinta disciplina cuáles son las características de los equipos que tienen más probabilidades de triunfar, aquellos que compensan las debilidades de unos con la fuerza de otros: "Cada uno de sus miembros se compromete a mejorar de continuo, deja en suspenso el juicio sobre lo que es posible y, de esa manera, anula las limitaciones mentales, comparte una visión de grandeza y el cociente d inteligencia colectivo es mucho más alto que el de cualquier miembro del equipo. Reconocen y comprenden también el sistema dentro del que actúan y cuál es la influencia que ejerce sobre ellos".

 

"Leyes Senge"

 

EXPANSIÓN recogió en un artículo (ver el número del 18 de febrero de 1992) las cinco asignaturas que, en opinión de Senge, deben estudiar aplicadamente las empresas si no quieren ser víctimas de su propia estrategia: el pensamiento estratégico, el dominio personal, los modelos mentales, la visión compartida y el aprendizaje de equipo.

 

Una de las aportaciones más valiosas del profesor del MIT son las leyes Senge para lograr el pensamiento sistemático:

 

1. Los problemas de hoy provienen de las soluciones de ayer; ¿por qué la gente de ventas pasa el veinte por ciento de su tiempo atendiendo las quejas de clientes airados que reciben tarde sus pedidos? Porque un gerente nuevo "resolvió" el problema de los altos costos de inventario vaciando el depósito.

 

2. A mas empuje suyo, más resistencia del sistema: cuando un producto comienza a perder cuita de mercado, la tentación es comercializarlo de manera agresiva, gastando más dinero en propaganda o reduciendo su precio. Al actuar así, apunta Senge, se toman recursos de otras partes de la compañía y la calidad disminuye. A la larga, pierde más clientes.

 

3. El comportamiento mejora antes de empeorar: al aumentar la propaganda del producto, pueden incrementarse las ventas. Pero cuando el éxito a corto plazo se convierte en declive a largo plazo, resulta difícil reconocer la relación existente.

 

4. La forma fácil de salir de una situación suele conducir de vuelta a la misma: confiar en las soluciones conocidas es señal de que no se piensa en los sistemas.

 

5. El remedio puede ser peor que la enfermedad: cuando las empresas sufren un problema de personal, suelen caer en la tentación de contratar a un asesor externo. Este llega, soluciona el problema y se va.

 

De esta forma, se ha pasado la carga a un interventor que será cada vez más necesario y poderoso cuando los problemas se vuelven a repetir.

 

6. Más rápido es más lento: todos los sistemas tienen una velocidad óptima de crecimiento que es mucho más lenta de lo que parece.

 

7. La causa y el efecto no tienen lugar en el mismo tiempo y espacio: el primer paso en el aprendizaje de la visión sistemática de la realidad consiste en comprender que, con frecuencia, estamos nosotros en la raíz de nuestros problemas, sin necesidad de culpar a los acontecimientos o adversarios externos.

 

8. Pequeños cambios pueden producir grandes resultados, pero las mejores zonas para el apalancamiento suelen ser las menos obvias: es necesario ver la estructura global, no sólo los acontecimientos.

 

9. Usted puede tener la torta y comérsela, pero no de golpe; por ejemplo, durante años, los fabricantes norteamericanos pensaban que la elección era simple: alta calidad o bajo costo, pero que las dos cosas no eran posibles juntas. En realidad, las mejoras en el proceso de producción pueden conducir a menos trabajo de terminación, menos inspecciones de calidad, menos costos por garantía y gastos reducidos de propaganda, es decir, menores costos de producción y marketing y a una mayor calidad.

 

10. Dividiendo a un elefante por la mitad no se obtienen elefantitos: la naturaleza de los sistemas depende del todo. Senge acude a una antigua parábola budista: tres ciegos encuentran un elefante en el camino y cada uno lo toca para saber cómo es. Un ciego toca una oreja y dice: "Es ancho como una alfombra". Otro toca la trompa y cree que el elefante es como un caño hueco. El tercero palpa la pata delantera y cree que "es grande y firme como una columna". Esos hombres son como los directores de producción, marketing o investigación en una organización grande. Cada uno se ocupa de un aspecto diferente del sistema y tiene problemas para ver cómo interactúan las funciones de los tres.

 

"La quinta disciplina".

Ediciones Granica, 1992.

400 páginas. Tel: (93) 211 21 12.

 

 

Una visión común.

 

Además del dominio personal -crecimiento individual para producir los resultados deseados- y de los modelos mentales -que muchas veces frenan las nuevas ideas-, Senge hace hincapié en la visión compartida. "Henry Ford creyó en los automóviles para todos, no sólo para los ricos. Los fundadores de Apple creyeron en la capacidad del ordenador para dar poder a la gente. Esas visiones, compartidas por los empleados, enfocaron la energía y crearon una identidad común para personas diferentes, que condujo al éxito".

 

Senge pone en guardia a las empresas contra 6 actuaciones que impiden esa visión compartida: que las personas entienden sus tareas cotidianas, pero no el fin de la empresa; pensar que le enemigo está fuera; que los empleados no analicen cómo contribuyen a solucionar sus propios problemas; actuar sobre acontecimientos, abandonando las pautas de cambio a largo plazo; el engaño de aprender por la experiencia; y el equipo gerencial sin cohesión que adopta decisiones blandas.